PUBLICADO: 10 SETIEMBRE 2015
(CNN)– Cuando un espeleólogo
aficionado y un geólogo llegaron a casa de Lee Berger una noche a finales de
2013 con un fragmento de un hueso de mandíbula en la mano, llamaron a National
Geographic.
Berger, profesor de la
Universidad de Witwatersrand en Johannesburgo, Sudáfrica, había desenterrado
algunos hallazgos importantes antes. Pero sabía que tenía algo grande en sus
manos.
Lo que no sabía en ese momento es
que sacudiría nuestra comprensión de la evolución humana e incluso plantearía
nuevas preguntas sobre nuestra identidad.
Dos años después de que fueron
alertados por los espeleólogos, Berger y su equipo han descubierto lo que dicen
es una nueva adición a nuestro árbol.
El equipo está llamando a esta
nueva especie pariente de los humanos "Homo Naledi," y dicen que
parece enterraba a sus muertos -una conducta que los científicos previamente
pensaban estaba limitada a los seres humanos-.
El equipo de Berger desarrolló la
sorprendente teoría apenas unos días después de llegar al lugar donde los
fósiles —de bebés, niños, adultos y personas de edad avanzada— fueron
encontrados, en una cámara que antes estaba aislada dentro de la cueva.
El equipo cree que la cámara,
ubicada a 30 metros
bajo tierra en la Cuna de la Humanidad, un sitio declarado Patrimonio de la
Humanidad, era un lugar de entierro... y que el Homo naledi podría haber
utilizado el fuego para iluminar el camino.
"No existe ningún daño por
parte de depredadores, no existe señal de que hubiera una catástrofe. Tuvimos
que llegar a la conclusión inevitable de que el Homo naledi, una especie no
humana de homínido, deliberadamente se deshacía de sus muertos en esa cámara
oscura. No sabemos por qué", le dijo Berger a CNN.
"Hasta el momento del
descubrimiento del 'naledi', probablemente te habría dicho que era nuestro
personaje más característico. La idea de enterrar a los muertos o de la
eliminación ritualizada del cuerpo es algo total y excepcionalmente
humano".
Al estar de pie en la entrada de
la cueva esta semana, Berger dijo lo siguiente: "Acabamos de encontrar
otra especie que tal vez pensaba en su propia mortalidad, y se arriesgó y
esforzó mucho para deshacerse de sus muertos en una profunda y remota cámara
justo detrás de nosotros".
"Esto cuestiona
absolutamente qué es lo que nos hace humanos. Y creo que ya no sabemos la
respuesta".
El primer entierro humano
indiscutible data de unos 100.000 años atrás, pero debido a que el equipo de
Berger aún no ha podido fechar los fósiles del naledi, no saben con certeza
cuán significativa es su teoría.
Berger trató de poner el nuevo
hallazgo en perspectiva.
"Esto es como abrir la tumba
de Tutankamón", dijo. "Es así de extremo y quizás así de influyente en
esta etapa de nuestra historia".
Casi humano, pero no del todo
La especie Homo naledi es un
extraño mosaico de lo antiguo y lo meticulosamente moderno.
El cerebro de naledi no era más
grande que una naranja, dicen los científicos. Sus manos superficialmente son
como las de los humanos, pero los huesos de sus dedos forman una curva... una
característica que sugiere que tenían capacidades para trepar y utilizar
herramientas.
El Homo naledi era relativamente
grande: tenía más o menos 1,5
metros de altura, tenía piernas largas y sus pies eran
casi idénticos a los nuestros, lo que sugería que tenía la capacidad de
recorrer largas distancias.
El tamaño de la caja del cráneo
de un Homo naledi masculino es la mitad del tamaño del cráneo de los humanos
modernos.
"En general, el Homo naledi
se ve como uno de los miembros más primitivos de nuestro género, pero también
tiene algunas características sorprendentemente parecidas a los humanos, lo
suficiente como para garantizar colocarlo en el género Homo", dice John
Hawks de la Universidad de Wisconsin-Madison, un autor principal del documento
que describe la nueva especie y fue publicado el jueves.
Los científicos pueden hacer
estas afirmaciones, en parte, tan solo por la escala del hallazgo.
En la bóveda en la Universidad de
Witwatersrand, cientos de especímenes invaluables se encuentran en estuches
acolchados por toda la habitación.
Hasta ahora han descubierto más
de 1.500 restos de fósiles en total, el mayor hallazgo de homínini que ha sido
revelado en el continente de África, la cuna de la evolución humana.
Astronautas subterráneos
Recopilar los fósiles fue un
trabajo peligroso.
Berger, quien es parte del
programa Explorer-in-Residence de National Geographic, ya era bien conocido por
su descubrimiento del "Australopithecus sediba", otra especie de un
ancestro humano, en 2008. Sin embargo, su expedición enfrentaría desafíos
únicos.
Los fósiles fueron encontrados al
final de una serie de cámaras y espacios cerrados en un sitio profundo bajo
tierra, a unos 90 metros
de la entrada de la cueva. Para llegar ahí, los científicos habrían tenido que
pasar por una abertura en la cueva de 17 centímetros de
ancho.
Por lo tanto, Berger hizo un
llamado a través de las redes sociales a científicos y espeleólogos delgados
que cupieran en el pequeño ducto y pudieran sacar los huesos.
En cuestión de días, Berger tenía
docenas de respuestas, y finalmente eligió a un equipo de seis
"astronautas subterráneos" —todas mujeres— para que hicieran el
trabajo.
El mismo Bergen no pudo llegar a
la cámara donde se encontraban los restos, pero siguió toda la exploración por
medio de monitores en tiempo real desde arriba y se comunicó con su equipo.
"Es el corazón de la
exploración. Somos lo suficientemente privilegiados como para enfocarnos en los
próximos y nuevos espacios inexplorados", dice Berger.
Un campo de huesos
En los primeros días de la
expedición, el mayor problema era saber dónde detenerse.
"Lo primero que veías,
especialmente en las primeras fases de la investigación, era solo huesos.
Restos de huesos por todas partes", dice K. Lindsay Hunter, una científica
estadounidense y una de las "astronautas" en las expediciones Rising
Star, las cuales se llevaron a cabo en noviembre de 2013 y en marzo de 2014.
Las "astronautas subterráneas"
Marina Elliott y Becca Peixotto trabajan dentro de la cueva donde fueron
descubiertos los huesos del Homo naledi.
Marina Elliott, otra de las
astronautas de Bergen, describió la escena subterránea como "algunas de
las condiciones más difíciles y peligrosas que hemos encontrado en la búsqueda
de los orígenes humanos".
Algunos científicos en este campo
pasan toda una carrera encontrando un fragmento para identificar una posible
nueva especie. Sin embargo, al inicio, el equipo sabía que habían encontrado
algo extraordinario.
Inicialmente, Berger pensó que no
encontrarían más que un único esqueleto. Pero él dice que casi todos los huesos
que encontraron —aparte de unos cuantos roedores y restos de aves que entraron
a la cueva mucho después— eran de la especie Homo naledi.
"Encontramos de todo, desde
bebés hasta niños pequeños, adolescentes, adultos jóvenes e individuos de edad
avanzada. Esto es algo que nunca nos habríamos imaginado", dice Berger.
"El Homo naledi ya es prácticamente el fósil mejor conocido de nuestro
linaje".
El equipo afirma haber
descubierto los restos de más o menos 15 individuos distintos, pero dice que
este es solo el comienzo.
"La cámara no ha dejado ver
todos sus secretos", dice Berger. "Existen posiblemente cientos si no
es que miles de restos de Homo naledi ahí abajo".
Berger dice que su descubrimiento
genera inquietantes preguntas acerca de nuestro pasado profundo, y acerca de
nuestra misma identidad. Aún siguen habiendo muchos misterios, y otros
científicos bien podrían desafiar algunas de las controvertidas conclusiones
del equipo. Sin embargo, pocos discutirán que el Homo naledi es verdaderamente
importante.
Aún nos quedan años de cuidadosa
exploración por delante. "Esto estaba justo debajo de nuestras
narices", dice Berger. "Y no lo vimos. ¿Qué más hay allá
afuera?"
LO MÁS IMPORTANTE:
El descubrimiento arroja nuevas
dudas sobre la evolución humana
Los fósiles fueron encontrados al
final de una serie de cámaras y espacios cerrados en un sitio profundo bajo tierra,
a unos 90 metros
de la entrada de la cueva.
El equipo afirma haber
descubierto los restos de más o menos 15 individuos distintos, pero dice que
este es solo el comienzo.
Hasta ahora han descubierto más
de 1.500 restos de fósiles en total.
Se trata del mayor hallazgo de
homínini que ha sido revelado en el continente de África, la cuna de la
evolución humana.
FUENTE: http://cnnespanol.cnn.com
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