LA TRANSMISIÓN DEL APOLO 11
La transmisión que, según Otto Binder
(ex-empleado de la NASA), algunos
radioaficionados recogieron con sus propios equipos VHF, el día de la llegada
del Apolo 11 a
la Luna:
- NASA: "¿Qué pasa ahí? Control de la
misión llamando a Apolo 11.
- Apolo 11: Están aquí, bajo la superficie.
- NASA: ¿ Qué está diciendo?.
- Apolo
11: Estos "chicos" son gigantescos señor. ¡Enormes!. ¡Dios mío, usted
no lo creería!. ¡Les digo que hay otra nave espacial aquí, situada al otro lado
del cráter! ¡Están en la Luna, mirándonos...!
- NASA: ¿Qué... ?¿Qué diablos pasa?.
- Apolo
11: Estamos los tres aquí. Pero hemos encontrado visitantes... Por las
instalaciones, parece que han estado aquí desde hace mucho tiempo... Digo que
ahí fuera hay aparatos espaciales. Están alineados al otro lado del cráter...
Sin
embargo, las pruebas de este encuentro en la Luna son muy débiles.
Neil Armstrong, el primer hombre que pisó la
Luna, informó al investigador Timothy Good que no se registró, ni se encontró,
ni se vio ningún objeto durante la misión Apolo 11, ni en ningún otro vuelo
Apolo que no fuese natural. Únicamente Maurice Chatelain (experto en
comunicaciones de la NASA) confirmó que un retardo de tiempo en la transmisión
del diálogo entre el centro de control y el Apolo 11 permitió a la NASA
censurar la información referente a los visitantes.
También cierto profesor, que desea permanecer
en el anonimato, mantuvo una conversación con Neil Armstrong durante un
simposio:
- Profesor: ¿Qué ocurrió realmente con Apolo 11?
- Armstrong: Fue increíble; claro, pero el
hecho es que nos advirtieron que debíamos irnos. Nunca se nos dijo nada sobre
una estación lunar...
- Profesor:
¿Qué quiere decir con eso de que "nos advirtieron que debíamos irnos?".
- Armstrong: No puedo entrar en detalles,
excepto para decir que sus naves eran muy superiores a las nuestras en tamaño y
tecnología.
- Profesor:
¡Pero la NASA envió otras misiones después de Apolo 11!
- Armstrong: Naturalmente, la NASA estaba comprometida
en esa época y no podía arriesgarse a desatar el pánico en la Tierra, pero sí,
fue algo rápido y de ida y vuelta.
Según el
Dr. Vladimir Azhazha, presidente del Centro de OVNIs de Moscú:
"Neil Armstrong transmitió al Centro de
Control un mensaje de que dos objetos grandes y misteriosos los observaban
cuando alunizaron. Pero este mensaje nunca fue oído por el público, ya que la
NASA lo censuró."
El Dr. Aleksandr Kasantsev afirma que Aldrin
hizo un filme de color de los OVNIs desde el interior del módulo.
CONSTRUCCIONES EN LA LUNA
En Julio de 1965, la sonda rusa ZOND 3, obtuvo
una fotografía en la que se aprecia una imagen que tiene todo el aspecto de ser
una cúpula semitransparente.
Al observar las fotografías realizadas por las
primeras sondas lunares enviadas en los comienzos de la carrera espacial, entre
ellas las fotografías del LUNAR ORBITER 3 (1966), hay una en la que se ve lo
que podría ser una especie de construcción de dos kilómetros de altura,
sumamente erosionada, que se le denomina el
SHARD, a cuyo lado se encuentra un enorme cubo brillante colgando a unos
once kilómetros de la superficie.
En otra fotografía del Apolo 16, se puede ver
otra especie de torre, que gracias a la sombra se aprecia que tiene una altitud
considerable.
En 1967, la sonda SURVEYOR 6 fotografió en la
región lunar de SINUS MEDII una bruma luminosa sobre la superficie en forma
semicircular que la NASA se apresuró a
decir que era debida a una tormenta de partículas de arena provocada por cargas
electrostáticas. Pero para otros observadores tiene toda la apariencia de una
enorme estructura transparente en forma de cúpula.
Del extenso catálogo de imágenes de la NASA,
hay algunas de ellas el las que se aprecian extrañas formaciones.
Uno de los documentos mas significativos es la
fotografía 4822 de la misión Apolo 10, el vuelo que precedió a la llegada del
hombre a la Luna. Pese a que Eugene Cernan y
Thomas Stafford no llegaron a descender sobre nuestro satélite,
sobrevolaron este en el modulo lunar, y cuando se encontraban apenas a 24 kilómetros de la
superficie tomaron esa imagen, en la que observando atentamente se pueden
encontrar una serie de detalles que no encajan con lo conocido sobre la Luna.
En ella se ve una serie de alineaciones pétreas
rectilíneas o formando un cuadrado y sobre todo, lo que parecen dos extraños
reflejos de algo que está a varios kilómetros de altura.
Con estas y otras pruebas a mano, los ufólogos
no estarán satisfechos hasta que la agencia espacial admita oficialmente que
sus astronautas han tenido encuentros. Pero la NASA ha mantenido un silencio
absoluto sobre este tema durante treinta años, por lo que probablemente no se
produzca a corto plazo un anuncio como ese.
LO QUE NO
DESCUBRIMOS EN LA LUNA
En 1879 la Real Sociedad Astronómica Británica
cursaba una insólita circular a sus miembros en la que expresaba el deseo de
recibir en su sede cualquier informe de sus asociados en el que se diera buena
cuenta de alguna observación anómala sobre la superficie de la Luna, la
respuesta no se hizo esperar, ya que durante los 2 años que siguieron a su poca
frecuente solicitud, las oficinas de la Real Sociedad Astronómica Británica se
vieron literalmente inundadas por una avalancha de relatos en los que de
describían desde la observación de luces que recorrían el interior de ciertos
cráteres, hasta explosiones volcánicas de cierta magnitud.
El abultado numero de informes recibidos - que
supero los 2 millones - obligo a la sociedad a cancelar su proyecto de análisis
y a no emitir ninguna opinión concluyente sobre tan escurridiza materia.
En cualquier caso, lo que realmente puso de
manifiesto aquella unánime reacción de los astrónomos Británicos es que ninguno
de aquellos relatos resultaba nuevo o extraño a los ojos de aquellos expertos.
No en vano en 1787 el prestigioso Willian Herschel, descubridor de Urano, ya
había hablado de sus extrañas observaciones lunares denunciando sin pudor haber
visto la erupción de tres volcanes sobre su superficie... " Los he
detectado, escribió en aquel entonces Herschel en diferentes lugares de la
parte oscura de la Luna nueva.
Dos de ellos están casi ya extintos o, en
cualquier caso, en estado de cercana erupción que quizás se produzca en la
próxima lunación. El tercero muestra una erupción actual de fuego y materias
luminosas". Dos años después de esta "confesión", otro eminente
Selenógrafo, el profesor germano Schroeter declaro haber visto, sin genero de
duda,"Un brillante estallido de luz, que estaba compuesto de muchas
chispas pequeñas y separadas (..) que se movían todas juntas en línea recta
hacia el norte del Mare Imbrium y otros lugares de la superficie de la
Luna".
Ambos relatos son irreprochables. No solo por
la reconocida solvencia científica de quienes lo enunciaron, sino porque se
amparan dentro de una amplísima casuística de detecciones a través de
telescopios de luces, cúpulas, puentes y un sinfín de registros visuales de
similar grado de extrañeza, para los que la ciencia no tiene una explicación
convincente alguna. En líneas generales esta clase de enigmáticas luces han
recibido, en el ámbito astronómico, el nombre de LUNAR TRANSIENT PHENOMENA
(LTPs) o FENÓMENOS TRANSITORIOS LUNARES indicando claramente la naturaleza
escurridiza y efímera de semejantes apariciones sobre el suelo lunar.
Comúnmente los LTPs se observan en el lado
brillante de la cara visible de nuestro satélite y casi siempre se trata de
luces blancas del tamaño de una estrella - aunque también hay registros de
luces rojas, amarillentas y azuladas - cuya permanencia sobre la superficie
varia entre unos segundos y algunos días. Desde el siglo VI hasta hoy el numero
de incidentes de este tipo catalogados por astrónomos privados como Winfried S.
Camerón supera los 2.000, entre los que se incluyen frecuentes avistamientos de
flashes intermitentes de luz como si alguien intentara mandar un a señal de
Morse a la Tierra. Por otra parte, uno de los últimos y mas completos listados
"oficiales" de LTPs, elaborado por la NASA en Julio de 1968, recoge
la nada despreciable cantidad de 579 incidentes profusamente documentados entre
Noviembre del 1540 y Octubre del 1967.
Como sin duda el lector habrá adivinado, este
asunto tiene ciertos paralelismos con el familiar misterio de los Ovnis ya que,
como en este, las evidencias testimoniales, fotográficas y - mas recientemente
- fílmicas demuestran que "algo" esta sobrevolando la Luna y se
desplaza ocasionalmente a lo largo de zonas muy concretas de esta (como los
cráteres Platón o Aristarco).
Y por si fuera poco, su actividad parece
dispararse cuando el planeta Marte se encuentra mas cerca de la Tierra.
EL FRACASO
DE LAS MISIONES APOLO
El 19 de Julio de 1969 el modulo principal de
la misión Apolo XI entraba en órbita alrededor de la Luna y comenzaba a
ultimarse todos los preparativos que permitirían que el modulo Eagle alunizara
sobre la superficie de nuestro satélite dos días después. La rutina de los
preparativos técnicos fue interrumpida por una llamada de Misión Central de
Houston (Texas) que previno a los astronautas de algo insólito que debían
tratar de comprobar: al parecer varios astrónomos aficionados habían
telefoneado a la NASA para informar de
que estaban viendo un fenómeno LTP en
las inmediaciones del cráter Aristarco, muy cerca de la órbita de la nave
estadounidense.
Tras recibir la orden, Neil Armstrong, sin
pensarlo un segundo, fue hacia una de las ventanillas del modulo y observo, en
la cercanía de lo que creyó que era el cráter Aristarco en cuestión "un
área considerablemente mas iluminada que la zonas de alrededor. Parece que
tiene algo de fluorescencia". Sorprendentemente, tras el final de la
misión, Houston no se pronuncio nunca sobre la naturaleza de este y otros
avistamientos de luces extrañas durante este vuelo espacial, si bien
posteriores mediciones del cráter Aristarco pusieron de relieve que en la zona
existían unos niveles de radioactividad de difícil explicación.
Desde entonces hasta hoy han pasado ya 25 años.
En aquellos épicos días de la llegada del hombre a la Luna muchos astrónomos
creyeron ingenuamente que los astronautas de las misiones Apolo despejarían las
incógnitas nacidas a la luz de sus observaciones nocturnas. Pero pocas
esperanzas se demostraron tan infundadas como esta.
En definitiva, se encontraron con un satélite
"muerto" geológicamente hablando. Por otra parte, el casi 1/3 de
tonelada de tierra y piedras lunares que trajeron con sigo a la Tierra, así
como sus filmaciones y mediciones sobre el terreno, después de haber sido
analizadas concienzudamente en los laboratorios de la NASA norteamericana, no
solo se ratificaron las impresiones de los astronautas sobre la esterilidad de
aquel mundo, sino que ayudaron a incluir nuevos y aun mas incómodos enigmas.
Por ejemplo, las misiones Apolo pusieron de relieve
la existencia de un campo magnético irregular alrededor de la Luna que incluso
se puede encontrar en los materiales "exportados" del satélite. No
esta claro como pudieron originarse semejantes índices de magnetismo en este
pequeño cuerpo astronómico, incapaz de contener un núcleo de metal caliente o
fundido. Pero además - señalaron los propios ingenieros de la NASA - la Luna
tampoco gira suficientemente veloz como para crear un efecto dinamo sobre los
minerales lunares.
En Junio de 1985 el investigador norteamericano
Willian Corliss hizo acopio de estas y otras "irregularidades" no
resueltas por la NASA en el transcurso de su proyecto LUNAR, ORBITER y APOLO, enunciando en su obra
"The moon and the planet: A catalog on astronomical anomalies" mas de
60 categorías distintas de fenómenos extraños relacionados con la Luna.
Entre las mas espectaculares se encuentran las
que hacen referencia a su órbita irregular y que han pretendido explicarse
gracias a perturbaciones gravitacionales de origen no identificado. La mas
seria de estas perturbaciones es el alejamiento de la Tierra que
excepcionalmente nuestro satélite y que pone en evidencia la fragilidad del
sistema gravitacional Tierra-Luna, al tiempo que valida la teoría de que esta
ultima fue capturada por nuestro planeta hace varios miles de años y que por lo
tanto, corre el serio riesgo de volverse a escapar en cualquier momento... o lo
que es peor, terminar por impactar contra este calido punto azul "algún
día - especifica Corliss en su trabajo" en el futuro, pudríamos perder la
Luna y esta podría terminar convirtiéndose en un planeta por derecho
propio".
Ni que decir tiene que, durante los últimos 2
años esta clase de especulaciones han allanado considerablemente el terreno a
escritores cuyos argumentos están a medio camino entre la ciencia y mas
delirante ciencia-ficción. Uno de ellos, sin duda de los mas notables, es el
norteamericano Don Wilson, quien tan solo 3 años después de cancelar el
proyecto Apolo publico en 1975 su libro "La Luna una misteriosa nave
espacial", en el que además de acusar a la NASA de ocultar información
obtenida durante sus misiones en la Luna, concluía que nuestro satélite era en
realidad una especie de gigantesca nave espacial, esférica en cuyo núcleo se
encontraba una colosal base extraterrestre.
No tardaron en irse a la zaga autores como
George H. Leonard, quien, en su libro "Some one else in on our Moon"
(1976) mostraba convencido algunas fotografías de la NASA de nuestra visita a
la Luna en donde - a su juicio - se apreciaban claramente muestras de
tecnología alienígena.
Sus argumentos se fundamentaban sobre imágenes
de pobre calidad en las que parece apreciarse rastros de ruedas sobre el polvo
lunar, presuntas excavadoras gigantescas o entradas a bases subterráneas.
LAS CIUDADES
DE SELENE
Y lo que es mas: afirmó haber visto manchas
verdosas en el interior de algunos cráteres que se desplazaban irregularmente y
que el astrónomo no dudo en identificar como vegetación o, en el peor de los
casos, con plagas enormes de insectos. Peo Gruithuisen no fue el único en defender
semejantes "herejías". En 1885 otro astrónomo, esta vez Thouvelot,
creyó haber localizado otro grupo de ruinas cerca del cráter Petico.
La
llegada de las misiones espaciales que reconocieron minuciosamente nuestro
satélite desde sus cómodas órbitas no desvanecieron los rumores que se referían
a la existencia de ruinas de antiguas ciudades en la Luna. De echo, uno de los
mayores responsables de propagar este "rumor" fue el profesor
norteamericano Willian Blair quien, tras
acceder a algunas de las fotos secretas de la misión ORBITER-2 en abril de
1966, descubrió en una de ellas varios monumentos de mas de 200 metros de altura
distribuidos geométricamente sobre el suelo lunar.
Para
Richard W. Shorthill nada hace suponer que se traten de formaciones
artificiales, sino el producto de un complejo "fenómeno geofísico"
que ha dado lugar a la falsa impresión de que se trata de edificios o cúspides.
La astronomía mas ortodoxa tiende a aplicar esta solución a las "cúspides
de Blair" a cuantos relatos similares redactados por astrónomos de todo el
mundo, y de todas las épocas históricas encuentren a su paso.
En este
sentido, especial atención merecen las observaciones astronómicas de cúpulas y
puentes en algunos sectores de nuestro satélite realizadas por astrónomos de
toda credibilidad. Sobre las primeras - según señalo Joseph Goodovage en su
articulo para la revista estadounidense SAGA en 1974,
"en los últimos años mas de 200
estructuras blanquecinas, circulares y con forma de cúpula, han sido observadas
sobre la Luna y catalogadas pero, por alguna extraña razón, a menudo
desaparecen de su lugar para reaparecer en otro".
Los astrónomos no saben a que clase de fenómeno
obedecen estas escurridizas visiones, o si se trata, simplemente de una burbuja
de gas que ocasionalmente se forman sobre la superficie de la Luna. Y cierto es
que la naturaleza evanescente de este fenómeno impide su examen y análisis
cuidadoso.
No ocurre lo mismo con el puente que con
relativa frecuencia a sido visto sobre el Mar de las Crisis y que, según
algunos informes, podría alcanzar los 18 kilómetros de
longitud. Para los astrónomos mas audaces, como el Británico H.P. Wilkins,
semejante estructura, aun a pesar de que no parece estar siempre en el mismo
sitio - debe ser forzosamente artificial - pero... ¿CONSTRUIDA POR QUIEN?
DE CANALES
LUNARES Y OTROS MISTERIOS
En definitiva, cuantos mas datos recogemos
sobre nuestro satélite y cuanto mas nos acercamos a el para explorarlo, tantas
o mas misterios nos presenta. Uno de estos es el que hace referencia a la
existencia en su superficie de regiones que parecen haber estado ocupadas por
corrientes de agua durante cientos de años, o haber sido playas enormes en el
pasado remoto de este cuerpo planetario.
Sin ir mas lejos, a primeros de este siglo 20
el profesor W.H. Pickering catalogó, desde su observatorio de Arequipa (Perú),
treinta y cinco zonas estrechas sobre la Luna que eran virtualmente idénticas a
lechos de ríos secos de la Tierra. Se trata de unos cursos irregulares que terminan
desembocando en cráteres y que, en el pasado, dieron lugar a la idea de que
como en Marte - en la Luna había canales. O al menos, eso defendió en 1896 el
astrónomo y eminente "marcianólogo" italiano Cerulli.
Otro
aspecto enigmático son las recurrentes observaciones de rayos luminosos que
surcan la superficie del satélite en líneas rectas perfectas y que remontan
obstáculos de todo tipo, desde montañas a cráteres, sin que esto desvíen ni un
ápice su orientación rectilínea. Suelen aparecer en luz solar fuerte y es
posible verlas desde la Tierra hasta con un pequeño telescopio, siempre que
este situado hacia los lugares que tradicionalmente aparecen estos rayos, como
los cráteres Copérnico, Tycho y Kepler.
Si bien no existe un estudio sistemático de este
fenómeno, se sabe, por ejemplo, que suelen producirse en las inmediaciones de
cráteres "nuevos", con aristas pronunciadas, y que son capaces de
recorrer cientos de kilómetros sin desviarse un solo grado en su trayectoria.
Ahora bien, contrariamente a lo que podría pensarse estas líneas no son
uniformes, sino que con frecuencia se quiebran dando la impresión de que son
líneas discontinuas y sugiriendo un origen meramente óptico de las mismas.
En
cierta manera ya nos lo advirtió el revolucionario astrónomo polaco Nicolás
Copérnico cuando sentencio sabiamente "que nadie espere nada seguro de la
astronomía, pues nada cierto nos ofrece".
Sus palabras, casi proféticas, se ajustan como
un guante al desafío que, multiplicado desde que llegamos a ella, nos plantea a
diario nuestro enigmático satélite.
Autor:
JAVIER SIERRA
FOTOS DE LAS ESTRUCTURAS
Este es el cráter Uker, en el se encuentra un triángulo perfecto de 28 Km, Uniendo las tres áreas mas nítidas del borde del cráter se forma otro triángulo equilátero, este cráter se encuentra cerca del centro de la Luna y es perfectamente visible con un pequeño telescopio.
Esta foto es de una zona llamada Shard, fíjese en la sombra de la izquierda.
La cruz que aparece en la foto es debida a una marca de la cámara.
A la izquierda del Shard, otra anomalía se fotografío.
Después de muchas pruebas de todo tipo a los negativos, se llego a la conclusión de que era un cubo sobre una torre que se elevaba a mas de 12,5 Km sobre la superficie de la Luna.
En esta fotografía del Mare Crisium se pueden apreciar varias anomalías.
A la izquierda de la foto se puede apreciar un extraña espiral de mas de 30 Km y un pequeño domo sobre la superficie del Cráter Picard.
Esta puede ser una fotografía de un extraordinario domo que cubre la región lunar llamada Sinus Medii.
Fue tomada por la sonda no tripulada Surveyor 6, el 24 de Noviembre de 1967, una hora después de la puesta de sol.
Otra extraña forma sobre la Luna, esta vez la foto fue tomada el 20 de Julio de 1965 por una sonda soviética no tripulada llamada Zond 3.
La estructura tiene 18 Km de altura.
Esta foto con el número de catálogo 4822 fue tomada por el Apolo 10.
Fijarse en el gran reflejo en comparación a las zonas circundantes.
Esta foto plantea un misterio, por que según parece la NASA tiene oculta un sucesión completa de imágenes de esta zona.
El astronauta Ed Mitchell del Apolo 14, enfocan la cámara de televisión hacia Fra Mauro.....
Aparentemente olvidando que allí aparece una compleja estructura en forma tridimensional.
FOTOS DE LOS
ASTRONAUTAS
Esta es una fotografía del astronauta Alan Bean, en la cual se ve al astronauta Pete Conrad reflejado en el visor.
También se puede ver reflejado en el visor un objeto geométrico colgado ha cierta altura sobre la superficie lunar, el objeto parece estar sujeto por una estructura de forma circular formada por una especie de rejilla . También se puede apreciar la sombra formada por este objeto.
Al astronauta Alan Bean del Apolo 14 se le puede ver llevando un dispositivo científico.
A lo lejos se ve el modulo lunar y también una extraña estructura con apariencia cristalina y forma geométrica...
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