Este mes de julio, los senadores Mike Rounds (republicano de Dakota del Sur) y Chuck Schumer (demócrata de Nueva York) introdujeron una proposición de ley para exigir que el Gobierno informe todos los avistamientos de ovnis a una junta de revisión que tendría la autoridad para desclasificar la información. Esa aspiración obedece a un deseo extendido, según dijo este miércoles la congresista Ana Paulina Luna (Florida), situada en los extremos del Partido Republicano, que echó mano de una encuesta que asegura que el 68% de los estadounidenses cree que el Gobierno oculta algo. Ella, añadió, también: “Es inaceptable que se siga incitando a los estadounidenses a pensar que esto no está pasando o que es posible que existan formas de vida inteligentes además de la humana”.
El miércoles 26 de julio, el exoficial de Inteligencia de la Fuerza Aérea, David Grusch, declaró ante un subcomité de la Cámara de Representantes de Estados Unidos que el Gobierno está al tanto de actividad “no humana” desde la década de 1930 y que incluso existe un programa para estudiar dicha tecnología y reproducirla mediante ingeniería inversa
Por las normas del país este tipo de congresos puede llegar a acusaciones penales si se descubre que han incurrido en mentiras. En estas reuniones se ha abierto la polémica por los testimonios de que EEUU tiene activos biológicos y tecnología extraterrestre.
El testimonio clave
En el escenario se presentan bajo juramento ex militares del gobierno de Estados Unidos .
David Grusch testificó que cree "absolutamente" que el gobierno posee un Fenómeno Anómalo no Identificado (FANI) -la sigla que reemplazó a Objetos Voladores No Identificados (ovni) en la jerga oficial- así como restos de sus operadores no humanos.
Fui informado, en el curso de mis deberes oficiales, de un programa de varias décadas para recuperar restos de accidentes de FANI y de ingeniería inversa", dijo Grusch. "Tomé la decisión, con base en los datos que recogí, de reportar esta información a mis superiores y múltiples miembros de la inspección general, y convertirme en un denunciante", explicó. Presionado para dar detalles durante la audiencia, Grusch reiteró una y otra vez que no podía comentar en un escenario público porque se trata de información clasificada.