El Vaticano funciona como un pais autonomo, tienen sus diversas sub entidades y entre ellas esta el observatorio. Es por esto que la noticia mas saltante del 2012 viene desde el Observatorio del Vaticano que a la letra anuncia lo siguiente:
El Vaticano admite que la vida extraterrestre podría existir, es más, buscar esta vida favorece a los humanos, ya que les ayuda a comprenderse a sí mismos. En el Universo hay miles de millones de galaxias y en cada una, miles de millones de estrellas.
A esta conclusión llegó el Observatorio del Vaticano, según su director, el jesuita José Funes. En su comparecencia en la radio de la Santa Sede puntualizó además: “El Universo no es resultado del caos. Tiene lógica en su naturaleza misma, lo que permite a los humanos realizar investigaciones, descubrir leyes de la Física y entenderlas”.
Otro personaje muy activo en cuanto a la vida extrarrestre es
Corrado Balducci, un padre exorcista del vaticano que ha sacado libros con respecto al tema donde sus conclusiones en resumidas cuentas dice que son el mismo fenomeno interpretado de formas distintas.
En sus declaraciones en Television afirma:
Sostenía Balducci que el contacto extraterrestre es real. En relación con las enseñanzas de la Iglesia Católica al respecto, Balducci afirmaba que los encuentros con extraterrestres no son demoníacos ni se deben a trastornos psicológicos ni son producto de posesiones de entidades, y que deberían ser estudiados más cuidadosamente."4 Balducci también dijo que el Vaticano estaba haciendo un seguimiento directo de incidentes referentes a encuentros extraterrestres reportados a las nunciaturas o embajadas en diferentes países.
Su sensible fallecimiento fue en el 98, a la edad de 85.
Directores del Observatorio del Vaticano
- Padre Argentino Gabriel Funes (2006)
- George Coyne
Declaraciones del Padre Argentino Gabriel Funes
-¿Qué asidero le otorga a la teoría del Big Bang que habla de una suerte de explosión que abrió paso a la creación del universo?
-Es la mejor teoría científica que tenemos hoy. No sé si en el futuro se mejorará o si surgirá otra. Pero, de momento, es la mejor sobre el origen del universo. No usaría la palabra creación porque tiene una connotación teológica. Desde la fe hablamos de creación y creemos que Dios creó todo. Desde la ciencia se dice que en el pasado el universo era mucho más caliente y concentrado, como la cabeza de un alfiler a miles de millones de grados, y que con el paso del tiempo se expandió y se enfrió.
-¿Ahora cómo se compagina lo científico con lo religioso?
-Lo que nos dice la fe es que el universo, en su ser en su existir, depende de Dios. Sabemos que Dios es un padre bueno y que esa bondad nos permite ver todo lo creado como bueno. Hay bondad en el universo. En el Génesis se dice que cuando Dios terminó la creación descansó y vio que todo era bueno. Esa bondad del creador tiene que ser nuestra bondad cuando miramos todo lo creado. Cuando se habla del relato de la creación hay que tener en cuenta que fue escrito por personas que vivieron hace tres mil años y que no conocían la física cuántica, ni la teoría de la relatividad, ni la teoría del Big Bang. Pero el objetivo del autor del Génesis no era dar una explicación científica, sino decir por qué existe el universo desde el punto de vista religioso, de la fe.
-¿Considera verosímil que haya vida inteligente en otros lugares del universo?
-Hay una rama de la astronomía que se llama astrobiología que trata de la búsqueda de vida en el universo en base a un estudio multidisciplinar que incluye los estudios físicos, biológicos e, incluso, teológicos. Pero aún no sabemos cómo surgió la vida, no solo en la tierra. Al menos nadie puede afirmarlo taxativamente. Y eso es importante porque de cómo definimos la vida, nuestra existencia, depende después lo que vamos a buscar. Si no sabemos bien qué es la vida, cuando encontremos algo, ¿cómo vamos a saber qué tipo de vida es? Pero me parece positivo que se investigue para entender mejor la vida. De todas formas, hasta el momento no hay ninguna prueba de que exista vida, aun la más elemental. En un universo con cien mil millones de galaxias, cada una de ellas con cien mil millones de estrellas, es posible que exista vida y aun vida inteligente. Pero, honestamente, creo que será difícil encontrar vida y, más aún, vida inteligente.
-Pero, en caso de que existiera vida inteligente, ¿cómo debería interpretarse la venida del Hijo de Dios a la Tierra?
-No pondría en dificultades el modo de pensar nuestra fe. Hay una lógica en la fe cristiana que nos permite explicar desafíos como ese. Nosotros sabemos por la fe que la Encarnación fue un acontecimiento único no solo en la historia humana, sino del universo. Sabemos que ocurrió hace dos mil años en un lugar determinado, en Palestina. Sabemos que Jesús era parte del pueblo judío. Para la Iglesia, todos los seres humanos, desde antes de Jesús y después de Jesús, están de algún modo, por la Encarnación, unidos a Cristo. Supongamos desde la ciencia ficción, haciendo teología ficción, que fuera de la Tierra hubiera vida inteligente y, por tanto, seres espirituales. De algún modo también estarían unidos a Cristo. Así, nuestra visión teológica nos permitiría explicar la existencia de otros seres inteligentes y espirituales en relación con la fe.
-Investigaciones recientes, intentando recrear las condiciones iniciales del universo, parecen confirmar la existencia del boson de Higgs -la llamada "partícula de Dios"- que explicaría cómo surge la materia. Más allá de lo positivo de este tipo de experimentos, ¿no puede alentar en algunos la inclinación a explicarlo todo desde la ciencia?
—El conocimiento científico, para decirlo en palabras simples, responde a la curiosidad humana. Esto nos lleva a los científicos, a tratar de entender en nuestro caso cómo se formó el universo, las galaxias, los planetas. Es natural y bueno conocer siempre un poco más. La tentación -no de todos los científicos, ni tampoco de la ciencia en cuanto tal- puede ser efectivamente la de reducir la visión de la persona, de la historia y del universo sólo a una explicación científica. Pero la vida humana va más allá del conocimiento científico. Hay muchas cosas que no podemos explicar con la ciencia y que van más allá de la ciencia.
-¿Por ejemplo?
—Preguntas acerca de por qué existe el mal en el mundo, por qué sufren los inocentes, la ciencia no las puede responder hoy y no creo que pueda hacerlo en el futuro. Además, la verdad, que es una, tiene diversas facetas. Y, por caso, se manifiesta en la belleza de una obra de arte, o de una obra literaria. Estas cosas no se pueden reducir al conocimiento científico, que es solo una parte de la verdad.
-En definitiva, la ciencia no acabará con la religión ...
-La religión se acaba cuando se pierde la fe.
Felices Fiestas.