domingo, 21 de julio de 2013

Abduciones Famosas

El “caso Hill” podría haber sido un testimonio más de los cientos de miles que han habido a lo largo de la historia sobre el avistamiento de objetos voladores no identificados (OVNIs). Sin embargo, trascendió por lo que ocurrió después. Betty comenzó a tener pesadillas que describían su presencia dentro del ‘plato volador’, donde había sido examinada por seres humanoides. Su esposo no compartía estos recuerdos, pero para colaborar con su mujer aceptó ver a especialistas. Médicos y psiquiatras coincidieron en que podían haber sido un invento de su mente para explicar un episodio que la razón no pudo comprender. Una consecuencia del estrés postraumático. La curiosidad los llevó hasta un hipnologo que, sin embargo, corroboró la historia, una que se repetía en las entrevistas por separado a la pareja; una que Barney habría querido reprimir conscientemente por lo aterrador que le resultó.

Antonio Vilas-Boas vivía en Río de Janeiro, Brasil, en el año 1957. Tenía 23 años y trabajaba en el campo por la noche porque hacía menos calor. Durante las últimas jornadas laborales había observado en el cielo una luz con trayectoria irregular que desaparecía a los pocos minutos. Hasta que en una ocasión se hizo más intensa. Irradiaba un color rojo y llegó a posicionarse lejos encima de su cabeza. Cada vez estaba más cerca hasta que se situó a unos quince metros de distancia. Partía de un objeto metálico circular del que salían como tres patas.

Extraido de TuDiscovery
 
Marjorie Fish, una maestra de Ohio, dibujó en 1972 un mapa con rutas comerciales entre estrellas de nuestro vecindario basado en uno mudo, supuestamente visto por Betty Hill, la primera abducida, en el platillo volante de sus captores el 19 de septiembre de 1961. Astrónoma aficionada, Fish había conocido el mapa gracias el libro El viaje interrumpido (1966), que el periodista John G. Fuller dedicó al caso del secuestro por extraterrestres del matrimonio Hill, y posteriormente se había reunido con Betty para recabar detalles. La maestra hizo primero un modelo en tres dimensiones a finales de los años 60 y, en 1972, aseguró haber identificado las estrellas del mapa: las dos más grandes serían Zeta 1 Reticuli y Zeta 2 Reticuli, y se suponía que eran de donde venían los visitantes. Fish, cuyo mapa es un clásico de la ufología, murió en abril a los 80 años en una residencia de ancianos de Oak Ridge (Ohio), pero la noticia no ha trascendido hasta hace unos días. Lo raro es que, en el obituario publicado por The News-Herald, se dice que con el tiempo rectificó en su interpretación del mapa estelar.
 
Extraido ElCorreo

Posibles Explicaciones del 1er Caso
En lo que respecta a la primera abducción -que está en el origen del extraterrestre gris, cabezón y de grandes ojos rasgados y establece el prototipo cultural del secuestro por alienígenas-, ya el psiquiatra Benjamin Simon, a quien bajo hipnosis contó el matrimonio lo sucedido, concluyó que la historia había sido inventada, seguramente involuntariamente, por Betty. Y ésta había contado sus pesadillas sobre el asunto a su marido durante meses hasta que los dos las integraron en sus recuerdos de una noche en la que volvían en coche a su hogar de Portsmouth después de unas vacaciones en Canadá.

El matrimonio vio junto a la Luna una luz -parecía una estrella- que no podía identificar y que creyeron que les seguía. Se desviaron por carreteras secundarias y llegaron a casa dos horas más tarde que lo previsto. La luz en el cielo fue todo lo que recordaron hasta que Betty empezó a tener pesadillas con una nave espacial y, más tarde, un secuestro por extraterrestres. La mujer, una apasionada de los platillos volantes, contaba sus sueños a su esposo como si fueran recuerdos del viaje y, al final, los dos acabaron convencidos de que habían sido examinados en un platillo volante, aunque sus versiones diferían en detalles relevantes. El estímulo inicial, el desencadenante de todo, fue posiblemente un planeta. Aquella noche había dos luces junto a la Luna, Saturno y Júpiter, pero el matrimonio sólo recordaba haber visto el ovni y una estrella junto al satélite. El investigador escéptico Robert Sheaffer cree que el matrimonio tomó uno de los planetas por un platillo volante; luego, la mente de la mujer hizo el resto.

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