Publicado
por Erick Sumoza, 21 Mar, 2021.
Catherine-Élise Müller, mejor conocida
como Hélène, fue una reconocida psíquica francesa que a finales del siglo XIX,
sorprendió al mundo al decir que podía comunicarse con seres de Marte.
El Marte futurista visto por Hélène.
Hélène
saltó a la fama en 1900, gracias a la publicación «Desde la India al planeta
Marte», hecha por Théodoroe Flournoy, profesor
de psicología de la Universidad de Ginebra.
Fue
hasta el año 1899, cuando, de forma tanto psicológica y psíquica mantuvieron
una serie de conversaciones, que
derivaron en la publicación del libro.
Habitantes de Marte: la visión de Hélène
En
el texto, el profesor documentó una serie de experiencias de la médium,
dividiéndolas por «ciclos»; estos eran los ciclos románticos, el ciclo
marciano, el ciclo ultramarciano y los ciclos hindú, oriental y real.
A
pesar del éxito del libro, Müller no colaboró más con Flournoy al sentir que
había sido «malinterpretada». El psicólogo retrató los «ciclos» como producto
de lo que él llamaba «imaginaría
infantil» y el lenguaje marciano como un
simple lenguaje elaborado.
Hélène,
durante su ciclo marciano, describió
perfectamente como era el medio ambiente y los habitantes de Marte,
comunicándose en su nombre.Fu
En
sus visiones, Marte tenía zonas pobladas de humanoides
con características similares a las personas
asiáticas. Estos usaban diferentes dispositivos
futuristas, como vehículos de propulsión y aviones ultraveloces.
También
existían criaturas similares a los perros, con cabezas que se asemejaban a
coles. Estos seres estaban al servicio de los «marcianos».
El
ciclo marciano derivó a un «romano» que se produjo en un lugar llamado
«Ultra-Marte». No se sabe realmente si este era otro planeta o una región del
mismo Marte, lo único seguro es que eran habitados por «trolls ultra-marcianos».
Estos
seres eran más similares a los humanos y su lenguaje era diferente al de los
marcianos, empleando una escritura
ideográfica en vez de una fonética.
La opinión de Flournoy
El lenguaje marciano visto por
la Médium durante sus trances.
Flournoy argumentó en su momento, que lo que la médium veía y decía durante el trance eran simples fantasías subconscientes, mostrando comportamientos regresivos.
Además,
dijo que lejos de la verdad, la complejidad y lo extraño de lo contado,
demostraban un deseo subconsciente de satisfacer
la imaginación de quien la escuchaba.
Obviamente,
esto no agradó a Müller y, desde ese momento, no trabajó más junto al profesor.
Tiempo
después, la psíquica recibió el patrocinio de un espiritualista estadounidense,
volviéndose hacia un espiritualismo
cristiano con elementos ufológicos.
Durante
esa etapa, la relación con Flournoy se volvió tan compleja que hasta hubo
enfrentamientos públicos, por los derechos del libro Desde la India al planeta
Marte, pues Müller argumentaba que lo escrito en él era suyo.
Con
el pasar de los años, la mujer fue dejando de lado el espiritismo y dos décadas
después, estaba más enfocada a la pintura. Este trabajo también atrajo la
atención de personas importantes, como la de André
Breton y los surrealistas.
¿Podemos
decir que Catherine-Élise Müller era capaz de comunicarse con verdaderos
marcianos que habitaban una región de Marte aún desconocida? O, por el
contrario ¿Deberíamos creer en las palabras de Thédoroe Flournoy?
Una
historia tanto interesante y la vez inquietante, pues no sería la primera vez
que un médium acierta en cuestiones relacionadas con el espacio y la vida
extraterrestre.
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