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HISTORY Latinoamérica
Durante
siglos, los humanos han tratado de averiguar si existe vida más allá del
planeta Tierra. En este camino de investigación, no sólo ha habido importantes
avances astronómicos, sino que también aparecieron teorías imposibles de
comprobar. Estos son algunos momentos
claves sobre la búsqueda de vida no humana.
Océanos lunares
En
el siglo XVII, el telescopio de Galileo mostró algo que influyó en la
fascinación por la búsqueda de vida
alienígena: las manchas oscuras de la Luna. En aquel momento, los expertos
creían que estos parches negros eran océanos de agua; actualmente, se sabe que
estos “mares lunares” con formaciones de basalto oscuro fueron originadas por
erupciones volcánicas.
Marcianos
En
la década de 1870, mediante la utilización de telescopios más potentes, el
astrónomo William Herschel precisó que los
habitantes de Marte podrían ser más altos que los humanos. Sin embargo,
gracias a sus observaciones, pudo determinar el tamaño del planeta rojo, al
igual que la duración de sus días y las estaciones.
Población extraterrestre
En 1848, Thomas Dick, profesor de ciencia y clérigo escocés, trató de estimar la cantidad de extraterrestres que podrían habitar el Sistema Solar. Mediante sus investigaciones, el experto llegó a la conclusión de que, si la densidad de la población fuera de la órbita solar se pareciera a la de Inglaterra, podrían existir unos 22 millones de millones de alienígenas.
La Zona Ricitos de Oro
Según los astrónomos, existe un lugar ideal para encontrar vida alienígena: la zona de habitabilidad, mejor conocida como “Goldlocks Zone” o “Ricitos de Oro”. La denominación tiene sus raíces en el cuento “Ricitos de Oro y los tres Osos”, publicada en el siglo XIX; en la historia, la niña elige la sopa del osito "ni muy caliente ni muy fría" y descansa en su sillón "ni muy duro ni muy suave".
Fuente: bbc.com
Imágenes: Shutterstock / Wikimedia Commons
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