EL CURIOSITY ENCUENTRA DEPÓSITOS DE ANTIGUAS INUNDACIONES GIGANTES DENTRO DE MARTE
Superficie del planeta Marte tras una tormenta de arena. (EFE)
Por
EFE
05/11/2020
- 12:33 Actualizado: 05/11/2020 - 12:56
Un
equipo internacional de científicos
ha descubierto evidencias de antiguas
inundaciones gigantes en el cráter Gale de Marte que probablemente fueron
causadas por un gran impacto que pudo llegar a tener una profunda influencia en
el clima del planeta rojo primitivo. Esta es la principal conclusión de un
estudio internacional, en el que han participado investigadores del Centro de
Astrobiología (CAB, CSIC-INTA), después de analizar las principales secuencias sedimentarias del fondo del cráter Gale a
partir de los datos recogidos por el rover Curiosity de la NASA, que lleva ocho años
tomando muestras en Marte.
Las
primeras investigaciones parecían indicar que, en el Marte primitivo y durante
el final del periodo Noeico y el Hespérico, el cráter había albergado un lago o una serie de lagos. Los mismos
estudios indicaban que el agua líquida habría anegado Gale desde el norte,
mediante el aporte de agua procedente de acuíferos exteriores al cráter,
durante uno o varios eventos graduales y prolongados en el tiempo.
Sin
embargo, el nuevo estudio, publicado este jueves en 'Scientific Reports',
reevalúa las principales secuencias sedimentarias presentes en el fondo del
cráter Gale, la geometría de estas secuencias y su relación con las unidades
geológicas sobre las que se asientan. La investigación muestra cambios sistemáticos en la litología,
un grano más fino en las capas superiores y una secuencia específica de
estructuras sedimentarias que revela que la tasa de deposición sedimentaria fue
mucho más rápida que lo que asumía el modelo previo. Además, aprecia claramente la presencia de
antidunas, afirma el CAB en una nota.
Las
antidunas "se forman cuando el
lecho de un lago no consolidado es profundamente alterado por una corriente de
agua que se mueve aguas arriba a gran velocidad. La presencia de antidunas
demuestra que el lago del cráter Gale no pudo formarse por una acumulación
paulatina de agua, sino que fue el resultado de una inundación rápida y de
enorme magnitud", detalla Alberto
G. Fairén, investigador del CAB y coautor del estudio.
Los
cálculos realizados por el equipo indican que se produjeron flujos torrenciales de agua con velocidades
superiores a los 10 m/s que alcanzaron al menos
El Curiosity de la NASA ha tomado su imagen del paisaje marciano con mayor resolución hasta ahora, 1800 millones de píxeles. (EFE)
Este impacto gigante fundió el hielo superficial y subsuperficial e inyectó en la atmósfera grandes cantidades de dióxido de carbono y metano, creando un microclima transitorio durante al menos varias décadas que afectó profundamente al planeta. Así, Marte pasó de tener un clima frío y seco a un periodo cálido y húmedo que generó lluvias torrenciales y enormes avenidas de agua líquida durante tiempos cortos, que anegaron el cráter con agua líquida y formaron lagos transitorios.
También este jueves,
'Scientific Reports' publica otro estudio, del que Alberto G. Fairén es
coautor, en el que se detalla el
descubrimiento de arcillas húmedas en el subsuelo del hiperárido desierto de
Atacama. Las arcillas albergan organismos adaptados a las extremas
condiciones del entorno, así como una gran diversidad de bioseñales, cuyo
análisis puede servir para definir estrategias en la búsqueda de vida en
entornos marcianos que hoy son hiperáridos pero que albergaron agua en el
pasado, como el cráter Gale.
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