Publicado: Agencia EFE
11 de abril de 2016
Fotografía
facilitada por la Universidad de Tel Aviv y la Autoridad de Antigüedades de
Israel de los fragmentos conocidos como ostraca (que incluyen inscripciones en
arcilla) de la fortaleza de la Edad de Hierro de Arad, en el sur del bíblico
reino de Judá, en el sur de Israel. Las inscripciones han sido datadas en la
última fase del Período del Primer Templo de Jerusalén, unos 600 años a.C.
EFE/Michael Cordonsky.
Jerusalén,
11 abr (EFE).- El análisis de inscripciones de fragmentos excavados en una
fortaleza del desierto de Judea arrojan luz sobre el alto nivel de
alfabetización seis siglos antes de nuestra era y la posibilidad de que algunos
textos bíblicos fueran escritos incluso antes de la caída de Jerusalén en el 586 a .C.
Así
lo apunta un estudio elaborado por un equipo interdisciplinar de la Universidad
de Tel Aviv y que publica hoy la revista científica PNAS, que analizó los
fragmentos de cerámica con inscripciones encontrados en la fortaleza de la
antigua ciudad cananea de Arad, en el desierto del Neguev, en el sur de Israel.
Los
investigadores y expertos en textos bíblicos se preguntan desde hace décadas
cuál fue la extensión de la Biblia hebrea elaborada antes de la caída del reino
de Judá -y con él de Jerusalén- en manos del monarca babilonio Nabocodonosor II
en el 586 a .C.
"Muchos
estudios aseguran que en el período del Primer Templo (de Salomón, destruido
por esa dinastía babilonia) había un nivel muy bajo de alfabetización, por lo
que no hubo razón para transcribir textos bíblicos", explica a Efe Arie
Shaus, doctorando de la Universidad de Tel Aviv y uno de los principales
autores de la investigación.
Sin
embargo, a fin de contrastar esas teorías, el equipo analizó las inscripciones
aparecidas en los fragmentos de cerámica conocidos en el argot arqueológico
como ostracón, que habían sido hallados previamente en la fortaleza de Arad por
la propia Universidad, en excavaciones que comenzaron en los años 60 del siglo
pasado.
Dicha
fortaleza, de pequeñas dimensiones, con apenas 2.000 metros cuadrados ,
y que según lo expertos albergaba en la antigüedad entre 20 y 40 soldados,
estaba situada en los confines del reino de Judá con el reino de Edom, más al
sur.
Los
investigadores la datan unos 600 años a.C., un turbulento período que precedió
al Primer Exilio de los judíos en la entonces Babilonia.
"Se
trata de un período muy cercano a la destrucción del Templo de Jerusalén",
subrayó el investigador.
Allí,
en la fortaleza, se hallaron un centenar de estos fragmentos, probablemente
escritos por escribas profesionales.
Sus
inscripciones reflejan normas y directrices cotidianas de la fortaleza como
"tráeme aceite, harina o marcha para tal sitio", explica Shaus.
El
equipo elaboró un modelo basado en algoritmos que analizó 16 inscripciones y
permitió deducir con un alto nivel de probabilidad que pertenecían a 18 textos
diferentes, escritos al menos por seis autores.
Pero
los escritos mostraban también instrucciones más sofisticadas para el
movimiento de tropas y el registro de gastos de avituallamiento, lo que según
los autores refleja que existía en ese período un alto nivel de escritura en
toda la cadena de mando -desde los comandantes hasta los administradores del
regimiento- y señalan la existencia de profesionales de la escritura.
"Si
analizas los textos con detenimiento llegas a la conclusión de que todo el
aparato del Ejército era ilustrado y podemos presumir que en el reino había un
sistema educativo que permitió no sólo a los sacerdotes y escribas, sino a
muchas otras personas poder leer y escribir", subraya Shaus.
La
existencia de un elevado nivel de alfabetización unos 600 años a.C. llevó a los
autores a preguntarse si este hecho se puede relacionar con una posible primera
versión escrita del Pentateuco e incluso de otros libros tempraneros de la
Biblia.
"Tenemos
razones para creer que esta habilidad implicó la existencia de textos bíblicos
puesto que hubo un público que podía apreciar estos escritos", argumenta.
Y
sin adentrarse demasiado en el terreno de los expertos en la Biblia, concluye
que por aquella época pudieron haberse escrito textos como el Libro de Josué,
Jueces, Samuel o Reyes, algunas de las composiciones bíblicas que configuraron
la piedra angular de la teología de este reino israelita
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