LAS PIEDRAS DE STONEHENGE
Luego de muchísimas décadas de intriga e investigaciones, esta vez parece haberse resuelto uno de los grandes misterios de la antigüedad: la procedencia de las piedras utilizadas para la construcción de Stonehenge, el misterioso monumento megalítico que persiste desde el período Neolítico. Un grupo de geólogos de Gales anunciaron la semana pasada, mediante un artículo en el periódico Western Mail, conocer la procedencia exacta de las rocas. Según el artículo, cuyas afirmaciones ya han sido verificadas y serán publicadas por el Diario de Ciencia Arqueológica, las piedras fueron transportadas desde una colina ubicada en Pembrokeshire, actual territorio galés, hasta Stonehenge, es decir que recorrieron 241,4 kilómetros (1,6 kilómetros más que lo que indicaba una de las hipótesis más firmes hasta hoy).
Esta certeza permitiría a los investigadores tener elementos más firmes para investigar y resolver uno de los misterios más poderosos que aún existen respecto de la construcción de Stonehenge, esto es, cómo es que esas gigantescas rocas fueron trasladadas de un punto a otro. Lo inverosímil que resulta imaginar que hayan sido movidas por la fuerza de seres humanos es lo que dispara las más diversas teorías que, en muchos casos, como sucede con las construcciones megalíticas de los incas, involucran la idea de la participación de civilizaciones extraterrestres muy avanzadas tecnológicamente. La ciencia intenta encontrar respuestas con su método, y así avanza como en este caso, pero mientras tanto las especulaciones y las fantasías son imposibles de evitar.
FUENTE: El Mundo
06/12/2013
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