Publicado
el 25 de marzo de 2018
Por
Arkantos Khan.
Jackie
Gleason fue un comediante y actor estadounidense, una de las estrellas más
populares de los primeros años de la televisión, más conocido por su papel en
la sitcom The Honeymooners. Amigo del presidente Richard Nixon, con quien
compartió su afición por los ovnis y tuvo una experiencia que se podría
caratular de otro mundo.
Además
de su faceta artística, Gleason tenía una más oculta. Era un gran entusiasta
del tema ovni y todo lo relacionado con lo paranormal. De hecho, poseía una
gran biblioteca llena de libros dedicados a investigar estos fenómenos —que
tras su muerte en 1987 fue donada a la Universidad de Miami—.
El
actor también apoyaba al Partido Republicano, algo que, eventualmente, lo llevó
a hacer buenas migas con el presidente Richard Nixon, con quien solía jugar al
golf y compartir su interés por los ovnis. Y fue justamente durante un viaje a
Florida —para ayudar en un evento de caridad que Gleason auspiciaba— que Nixon
decidió mostrarle a su amigo una evidencia sólida sobre eso que tanto se
especulaba en los libros de investigación ufológica.
En
una entrevista con la segunda esposa del comediante, Beverly McKittrick,
realizada por Esquire Magazine, ésta reveló que Gleason le había contado que su
amigo el presidente le había enseñado cuerpos de extraterrestres.
Nixon y Gleason jugando al golf.
Según
McKittrick, la noche del 19 de febrero de 1973, Gleason llegó tarde a casa.
Preocupada, le preguntó dónde había estado. La cara pálida y demacrada de su
esposo le hacía pensar que algo grave había ocurrido. Él le contó que había ido
a la Base de la Fuerza Aérea Homestead, en cuyo recóndito interior pudo ver
cadáveres de alienígenas pequeños, «de apenas medio metro de altura, calvos y
con orejas desproporcionadamente largas».
Gleason
quedó muy consternado por lo que Nixon dadivosamente le mostró y pensó que la
nave de la que provenían los cuerpos no podía haberse estrellado muy lejos de
ahí. Base de la Fuerza Aérea Homestead, Miami, EE.UU.
Base de la Fuerza Aérea Homestead, Miami, EE.UU.
En
2003, en una entrevista con Kenny Young, McKittrick aclaró que en aquel
entonces su (ex)marido no estuvo para nada contento con que se hubiera filtrado
la historia sobre la visita a la base Homestead. A pesar que nunca negó el
incidente y que ya estaba separado, este hecho llevó al actor a cortar por
completo cualquier lazo con McKittrick.
ALIENS EN CONSERVA
Desde
que la historia se hizo pública, los investigadores intentaron obtener más
información, pero Gleason se negó a hablar del asunto. No obstante, en una
ocasión Larry Warren, uno de los testigos del caso de Rendlesham Forest que
visitó al actor en su casa de Westchester County (Nueva York), afirmó que
—tragos por medio— Gleason se abrió a hablar sobre lo que había ocurrido
aquella noche, afirmando que Nixon lo fue a buscar a su casa, solo y en un auto
particular. El presidente habría instado a que lo acompañara porque «le quería
mostrar algo».
A Gleason le molestó mucho que su
inusual historia con Nixon saliera a la luz pública.
Según
relata Warren, Nixon llevó a su amigo a la base Homestead, donde un atónito
guardia de seguridad los saludo y dejó pasar. Allí se dirigieron a un edificio
bien custodiado. Dentro de él había una serie de laboratorios y, más escondida,
una cámara interna llena de contenedores que lucían como «máquinas expendedoras
de Coca-Cola con techo de cristal». Dentro de estos contenedores había lo que
Gleason creyó al principio unos «niños mutilados». Aunque, en una inspección
más cercana, pudo notar que no eran seres humanos y que en realidad parecían de
edad bastante avanzada.
Luego
de relatarle mayores detalles sobre esta visita a lo que sería una suerte de
«morgue alienígena», Gleason dijo a Waren que le generaba mucha rabia que el
gobierno de EE.UU. no compartiera con el público esta información.
NIXON, EL BUEN AMIGO
Algunos
encuentran difícil de creer que el presidente de turno pudiera eludir a su
seguridad para escabullirse en medio de la noche. Sin embargo, en el libro
Confessions of an Ex-Secret Service Agent escrito por Marty Venker, un ex
agente secreto, el autor afirma no solo que el mandatario puede desaparecer,
sino que lo había hecho. Venker escribe que en el mismo año que Gleason tuvo la
experiencia (1973), Nixon había intentado en varias ocasiones eludir la
invasiva protección del servicio secreto. Jackie Gleason y Beverly McKittrick.
Jackie Gleason y Beverly McKittrick.
Más
allá de los testimonios de McKittrick y Warren, no parece haber otras fuentes
que le hayan sacado algo más sobre el evento a Gleason, quien jamás negó o
confirmó la historia. En cuanto a Homestead, en el libro Behold a Pale Horse,
del controvertido teórico de la conspiración William Cooper, se lee que el
presidente Eisenhower se reunió con seres extraterrestres en esta misma base,
una proclamación que tampoco puede ser probada…
Si
la historia de Gleason es cierta, ciertamente Nixon sabía como darle un buen
regalo —y susto— a un amigo.
FUENTE:
Artículo
publicado en MysteryPlanet.com.ar: La vez que Richard Nixon le mostró una
morgue alienígena a Jackie Gleason
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