¿Es concebible que nosotros, ciudadanos del mundo de siglo XX, no seamos los únicos seres vivientes de nuestro tipo en el cosmos? - Blog sobre la búsqueda de vida fuera del tercer planeta.
Los
diez informes publicados por la Agencia Central de Inteligencia en las redes
sociales fueron divididos en dos categorías: para creyentes y para escépticos.
La
Agencia Central de Inteligencia (CIA,
por sus siglas en inglés) se suma a la lista de organizaciones que adoptan
formas innovadoras para entretener a sus seguidores durante la cuarentena por coronavirus que se vive en Estados
Unidos y el resto de mundo.
Debido
a esto, la organización gubernamental publicó diferentes archivos sobre
registro de OVNIS en diferentes partes del planeta. Esta información fue
compartida a través de sus redes sociales y está dividida en dos categorías:
creyentes y escépticos.
“La
CIA nunca huye de los desafíos, incluso cuando pueden ser de otro mundo.
Quédense en casa y y aprendan más de nuestras investigaciones sobre OVNIS”, lee el mensaje de su cuenta de Twitter.
Estos
diez documentos hacen referencia a las investigaciones sobre diferentes casos
de posible vida extraterrestre que la CIA
investigó durante el período de 1940
a 1950.
“Hemos
decidido destacar algunos documentos dentro de la gran cantidad de datos
contenidos en nuestra colección que tanto escépticos como creyentes encontrarán
interesantes”, expresó un representante de la agencia estadounidense.
Los archivos de la CIA sobre
extraterrestres para creyentes
Dentro
de los archivos para personas que creen en la existencia de extraterrestres se encuentran un
supuesto avistamiento de platillos voladores en Alemania en 1952 y otro en
España y África durante el mismo año. A continuación, enumeramos cada uno de
ellos.
-Platillos
voladores en el este de Alemania durante 1952.
-Acta de la
reunión del jefe de la CIA sobre la
presencia de OVNIS en 1952.
-Objetos no
identificados volando sobre España y el norte de África en 1952.
-Encuesta e
informes sobre un platillo volador
durante 1952.
-Platillos
voladores sobre minas de uranio ubicadas en el Congo belga en 1952.
La CIA y sus informes sobre OVNIS para
escépticos
De
la misma forma, la CIA publicó
archivos dedicados a las personas que no creen en la existencia de vida
extraterrestre. De esta manera, espera que todos sus seguidores encuentren
información que los entretenga.
-Panel científico
sobre OVNIS en 1953.
-Memorándum de
oficina sobre platillos voladores durante 1949.
-Memorándum al
director de la CIA en 1952 sobre avistamientos de objetos no identificados.
-Reunión del Grupo
Asesor de la Resultados de búsqueda la Oficina de Investigaciones Especiales en
1953.
-Memorándum para
el registro de platillos voladores
durante 1952.
Ingá es el nombre de una ciudad
situada a 80
kilómetros de João Pessoa, Paraíba, en el altiplano de
Borborema, en dirección a Campiña Grande.
A menos de 8 kilómetros de la
ciudad de Ingá, a los márgenes del río Ingá, que en el invierno seca para
tornarse caudaloso del verano, existe un monolito de roca de granito, cuya
superficie está recubierta por 500 extrañas inscripciones en bajo relieve. Se
trata de la famosa "Piedra Labrada de Ingá", cuya forma es irregular,
con aproximadamente 23
metros de ancho y 3 metros de altura media (3,80 metros en su parte
más elevada).
Muchos investigadores afirman que
sus grabados son únicos en el mundo.
En ese monolito, se destacan
sobre todo temas curvilíneos. En los raros casos en que aparece una
representación distinta, parecen tratarse de reptiles o de hombres.
Existen tres paneles de grabados:
Sobre la faz norte del bloque granítico, las
inscripciones se concentran en un panel de 18 m de largo por 1,80 m de altura, en su
parte más elevada. Las figuras y diseños grabados se presentan, en
promedio, con 50 mm.
de diámetro por 30 mm.
de profundidad. Todo el campo esculpido está limitado en su parte superior
por círculos, perfectamente excavados, en una cantidad de 114. Esos
círculos o concavidades son llamados de capsulares y poseen en promedio 5 cm. de diámetro. En el
inicio de las grabaciones hay una espiral hacia la derecha, mientras que
en el final hay otra espiral, ahora hacia la izquierda, ambas
laboriosamente confeccionadas, con notable pulimento.
El bloque granítico reposa sobre una gran laja que,
batida por las aguas del río en los periodos de crecida, presenta una
coloración diferente de la del bloque. En esa laja, en ligero declive,
también figuran grabaciones con la misma técnica de trabajo, inclusive
representando ciertos símbolos del panel, todo con perfecto pulimento.
Pero ahí están esculpidos agrupamientos de estrellas y puntos que
acuerdan, fácilmente, constelaciones y la Vía Láctea. Llevando en cuenta
la posición relativa de las estrellas así como la representación de la
orden de brillo (magnitud), algunos estudiosos juzgan que allí está
representada la constelación de Orión.
Sobre el bloque granítico hay otras inscripciones,
en menor número. Una de ellas, situada en el centro del panel esculpido, 50 cm. arriba de la
línea de capsulares, se asemeja a una representación de un sol radiante,
en semicírculo, del cuál parten 21 rayos, vueltos para la parte inferior
del paredón. El acabado de todas las inscripciones de Ingá, suministra la
idea de pulimento que parece confirmar la hipótesis referente al proceso
utilizado para hacer las grabaciones: ellas habrían sido ejecutadas por
medio de rocas duras o maderas, mojadas en el agua y, enseguida, pulidas
con arena, como se fuera una lija. Los surcos que componen las figuras o
diseños grabados en esta roca tienen en media diez centímetros de ancho.
Existen muchas teorías extrañas
para explicar los orígenes de las grabados, como por ejemplo, que ellas habrían
sido hechas con rayos láser por antiguos astronautas extraterrestres, que
serían una escritura alfabética (símbolos que representan sonidos) o aún una
escrita ideográfica o pictográfica (símbolos que expresan ideas en vez de
sonidos). Se supone que sus autores fueron los fenicios, los hititas, los
egipcios, o habitantes de la Isla de la Pascua, entre otros. Sin embargo,
ninguna de esas teorías alcanzó un consenso.
No es necesario ser especialista
en lenguas muertas para percibir que los petroglifos de Ingá no son una escritura
y que las señales caprichosamente dispuestas, no guardan entre sí, orden,
simetría o relación alguna de tamaño, pues son muy poco repetidas.
El monumento de Ingá debía
representar algo realmente importante, por la dificultad de sus artesanos para
hacer el trabajo. Según la mayoría de los investigadores, podría ser un centro
de culto religioso, relacionado con elementos astronómicos.
En Ingá, Paraíba (Latitud = 7,29°
Sur; Longitud = 35,61° Oeste; Huso Horario = 3 horas Oeste) la amplitud ortiva
en los solsticios es igual a 23,60° grados. En el día inicio de las cuatro
estaciones del año, al mediodía solar (entre paréntesis), las alturas del Sol,
con las respectivas direcciones que él culmina (Norte o Sur), son:
Otoño (11h y 30min.): 82,60°
Norte (20 de marzo),
Invierno (11h y 24min.): 59,27°
Norte (20 de junio),
Primavera (11h y 15min.): 82,65°
Norte (22 de septiembre),
Verano (11h y 21min.): 73,85° Sur
(21 de diciembre).
LinkHipótesis sobre relaciones
astronómicas
Los pasajes por el cenit (altura
= 90°) ocurren en los días 07 de abril y 03 de septiembre, próximos de los
equinoccios.
Asentamiento
arqueológico que muestra figuras de auquénidos labrada en las colinas de la
zona llamada Chen Chen.
Geoglifos de Chen Chen
Ubicación:
Se
ubican hacia el Suroeste de la ciudad de Moquegua a 1500 mts. de distancia a
una altura entre 1474 y 1534
m.s.n.m.
Moquegua
- Perú
Horario de Visita
Lunes
a domingo: 7:00am. a 5:00pm.
Tarifas
Acceso
libre
INFORMACIÓN
Los
Geoglifos de Chen Chen, es uno de los asentamientos mas importantes de la
Cultura Tiwanaku en la costa del sur andino del Perú. Su población fue de
origen altiplanico floreciendo alrededor de los 700 a 1000 D.C.
Desde
1985 diferentes investigadores y especialistas han realizado estudios y trabajos
de rescate. Se han podido analizar huesos humanos y se ha hecho un fechado
radiocarbonico donde se da testimonio de una importante población en el valle
de Moquegua y Osmore.
La
carretera Binacional hacia Bolivia pasa por el lado sur del area habitacional y
de cementerios a unos 100 mts. se ubican unas colinas de mediana altura, alli
se encuentran los geoglifos de Chen Chen que son mayormente representaciones
zoomorficas sobre el suelo y guardan similitud con areas de Nazca, Palpa,
Vitor, Osmore, Caplina , Azapa y San Pedro de Atacama.
Las
técnicas empleadas para grabar estas figuras eran el emplantillado y raspado
como en cerro sombrero en Azapa y otros.
El
investigador Lautaro Nuñez sostiene que estos geoglifos estan relacionados con
la actividad económica de complementariedad que existia entre poblaciones
altoandinas.
Los
geoglifos estan orientados hacia el este y oeste para señalar probablemente
determinadas rutas.
Los
geoglifos son siluetas de camélidos conformados por dos grupos bien definidos,
el mas numeroso e interesante es el conjunto ubicado en el centro de esta
cadena de colinas donde hay nueve animales, entre otros símbolo.
Esta
es la única evidencia de esta forma de arte cultural Tiwanaquense que esta
quedando in sutu para la posterioridad y que podemos observar preferentemente
desde muy temprano o al atardecer.
La NASA no consigue
entender quien creo estas gigantes estructuras de 8,000 años de antigüedad
En 2007 una
serie de grandes y misteriosos geoglifos fueron descubiertos en las praderas, o estepas, de Kazajstán.
Formadas por montículos de tierra y en ocasiones madera, las estructuras
conforman imágenes gigantes que
pueden ser apreciadas desde el cielo, incluyendo formas que parecen círculos
en los cultivos, cuadrados y suásticas. Arqueólogos estiman que fueron creados
hace aproximadamente 8,000 años, pero no tienen idea de quien los construyó, ni por qué.
Ahora, la
NASA ha tomado las primeras imágenes de los geófilos? que han sido comparados
conlas Líneas de Nazca? desde el espacio, y
los científicos han admitidos que no tienen una explicación al enigma. Sin embargo,
planean continuar con su investigación, ya que piensan que la respuesta podría reformar nuestro
entendimiento de los inicios de la humanidad.
Hasta donde
sabemos, los únicos humanos viviendo en dicha región de Kazajstán en aquella
época fueron las tribus nómadas de
la Edad de Piedra, quienes los investigadores dudan que hayan sido lo suficientemente sofisticados para
construir algo cómo esto.
Ha la
fecha, los investigadores no tienen mucha información. Apenas se han realizado
análisis formales de las figuras, con los glifos siendo descritos en una
conferencia de arqueología por primera vez el año pasado ? antes existía preocupación de que se tratará de un
engaño debido a lo grande de las estructuras. Y sólo han pasado dos semanas desde
que la NASA decidió involucrarse.
Ahora están utilizando satélites de uno de sus
contratistas, Digital Globe, para tomar fotografías de algunas de las estructuras más
icónicas desde el espacio, también se le ha dado instrucciones a los
astronautas a bordo de la EEI de tomar fotos de la región.
Otro rasgo
que hace que lo glifos sean tan fascinantes es su tamaño, son tan grandes que es imposible verlos desde
el suelo,
pero es difícil imaginar a una civilización tan antigua contemplándolos desde
los aires. Una de las más grandes, el cuadrado Ushtogay, tiene un área de casi 250,000 metros.
Otra
estructura llamada el Aniilo Bestamskoe, es un circulo hecho de docenas de
círculos más pequeños. También está la Suástica Turgai, que parece una especie
de suástica de tres brazos? recordemos que las suásticas eran populares mucho
antes de que los nazis las utilizarán.
Ahora no existe una
indicación clara del propósito de los
geoglifos.
Dos estructuras han sido excavadas en búsqueda de objetos enterrados y no se ha
encontrado nada. Esperemos que la NASA, con su impresionante tecnología
satelital, y el interés de otros arqueólogos brinde más pistas.
El
reino de Sak Tz’i albergó entre 5 mil y 10 mil personas desde 750 a. C. y hasta el 900 a. C.
Un grupo de
arqueólogos aseguraron haber encontrado una capital perdida de un
antiguo reino maya cerca de la frontera entre México y
Guatemala.
Se trata del reino
de Sak Tz’i que desde 750 a. C. y hasta el 900 a. C., albergó entre
5 mil y 10 mil personas en lo que hoy es el estado de Chiapas.
El centro de la ciudad
tenía aproximadamente un tercio de milla de largo, un cuarto de milla de ancho
y tenía pirámides,un palacio real, una cancha
de pelota y varias casas.
El arqueólogo Charles
Golden, de la Universidad de Brandeis, dijo que descubrieron el sitio
luego de que el antropólogo Whittaker Schroder, platicara con
el ganadero dueño del terreno.
Según lo mencionado,
el sitio fue allanado en 1960, muchos de sus monumentos fueron robados y que el
propietario encontró en el pastizal trasero de su hogar, una tableta de
piedra la cual tiene una inscripción y un dibujo del rey Sak
Tz’i destido como el dios de la tormenta maya.
Los arqueólogos
planean excavar para estudiar y preservar las ruinas del capitolio
maya.
Este
inmenso peñasco en el Parque Nacional Uluru-Kata Tjuta, sagrado para los
pueblos originarios, exhibe intrigantes pinturas rupestres.
Uluru está medio del "red center"
australiano (EFE).
PUBLICADO:
24/06/2016 - 8:00
Pablo
Bizón
Clarín.com
viajes
Es un sitio sagrado para los pueblos originarios de
Australia, y se puede decir que se transforma en
algo similar para los miles de turistas de todo el mundo que lo visitan cada
año y caen ante el embrujo de su imponente presencia y sus cambios de color, y
sobre todo ante ese rojo brillante que adquiere cuando recibe el sol del
atardecer.
Uluru, también conocido como Ayers
Rock, no es geológicamente más que lo que su nombre en inglés indica: una
roca, o para ser más exactos, una formación rocosa compuesta por arenisca que
se encuentra casi en el centro de Australia, en el Territorio del Norte, 430 km al sudoeste de la ciudad de Alice
Springs y a unos 2.800 de Sidney.
En
pleno Red Center, o Centro Rojo, y en el corazón del Parque Nacional Uluru-Kata Tjuta, la formación rocosa se erige como
una especie de vigía de casi 350
metros de altura –aunque la mayor parte de ella se
encuentra bajo tierra– en medio de un árido y duro desierto, donde las
temperaturas promedio superan los 35 grados en verano y las lluvias no alcanzan
a 100 mm
en todo el año. Aun
así, este monolito de piedra que en 1987 fue declarado Patrimonio de la
Humanidad es uno de los monumentos más visitados del país. Tanto, que ha
generado una verdadera “industria de la creatividad” o, para algunos, de lo
kitsch: se lo puede admirar sobrevolándolo en avionetas o helicópteros,
caminando por múltiples senderos de trekking, paseando en camellos, haciendo
tours a la luz del amanecer o al atardecer; contratando el Cave Hill tour, que
promete una experiencia cultural indígena, o hasta disfrutando de una cena de
gala, con manteles, copas de cristal y un buen vino australiano, justo a sus
pies, mientras el sitio sagrado va siendo devorado por las sombras de la noche.
Uluru, “el corazón de Australia”, adquiere
distintas tonalidades
según el sol, y se ve casi gris cuando llueve (AP).
Del Tiempo del Sueño
También
llamado “el ombligo del mundo”, Uluru y su vecino monte Kata Tjuta tienen un
profundo significado histórico y cultural para los habitantes originarios de la
zona, los anangu, para quienes este gran bloque de piedra representa el punto
crucial en la intrincada red de rutas del Tjukurpa o Tiempo del Sueño –el
principio de todo, la creación–. Aquí, en el lado norte habitaban los
pitjantjatjara u hombres canguro, y en el sur, los yankuntjatjara u hombres
serpiente. Entre ellos, en torno a Uluru se libraron dos grandes batallas, que
aún son rememoradas en cantos y ceremonias de orígenes ancestrales.
Los
propios anangu organizan visitas guiadas en las que, además de dar
explicaciones sobre la flora y fauna y la vida en la zona, narran algunas de
estas leyendas. Como la del lagarto Kandju, que llegó hasta aquí buscando su
bumeran perdido, y que se representa en las grietas de la superficie rocosa.
El
perímetro de Uluru (de 9,4 km)
presenta numerosas cuevas y recovecos con pinturas y grabados, muchos de ellos
relacionados con la fertilidad y la iniciación, que los nativos consideran de
origen divino. Y están las pinturas rupestres de los wandjina, seres mitológicos asociados con la creación del mundo.
Son figuras que se asemejan mucho a astronautas o extraterrestres, sin boca,
con ojos grandes y negros y una cabeza rodeada de una especie de halo o casco,
y que dan vuelo a teorías y especulaciones.
Muchas
de estas representaciones e incluso zonas –como algunas cuevas– son sagradas
para los habitantes locales, por lo que se pide a los visitantes no ingresar ni
tomar fotografías. Hay cavernas exclusivas para hombres y otras únicas para
mujeres, y no es posible infringir esta regla, pues sólo mirar las pinturas
realizadas en la caverna del sexo opuesto puede acarrear terribles castigos por
parte de Kandju, el Gran Lagarto. Y hay carteles que solicitan respeto, sobre
todo a quienes llegan con la intención de escalar Uluru: “No debería hacerlo.
No es lo más importante. Lo realmente auténtico es detenerse y oír. Estar
atento a todo lo que le rodea. Escuchar y comprender”, dice uno de ellos. Aun
así, no son pocos los tercos que ascienden hasta la cima, a contemplar el
desierto desde 348 metros
de altura.
Según
la inclinación de los rayos solares y la época del año, la superficie de Uluru
adquiere distintas tonalidades. Su imagen más famosa es la del atardecer, pero
quienes tienen la suerte de admirarlo en alguno de los escasos días de lluvia
pueden verlo en un infrecuente tono gris plateado cruzado por franjas negras,
que son algas que crecen en los pequeños cursos de agua.
Uluru
se eleva 348 metros
sobre la planicie desértica del centro de Australia (AFP).
Con
la entrada de tres días al Parque Nacional se puede recorrer tanto Uluru como
el cercano Kata Tjuta (a 25 km),
también llamado monte Las Olgas, un grupo de extrañas formaciones también
sagrado para los pueblos originarios. Kata Tjuta quiere decir “muchas cabezas”,
y esa es una de las impresiones que causa este conjunto de cimas, cuya máxima
altura es de 546 metros.
La leyenda dice que allí arriba vivía Wanambi, la gran serpiente del arco iris,
que sólo descendía en la estación seca. Y partes de la montaña se identifican
con los liru (hombres serpiente), el hombre canguro malu, o los pungalunga,
caníbales gigantes.
Como
fuera, Kata Tjuta es sin dudas el complemento necesario de toda visita al
desierto rojo de Australia y a Uluru. Y a sus fantásticas leyendas. El lugar
perfecto para hacer caso a aquel aviso de los anangu, y detenerse a oír. A
escuchar y comprender. O al menos intentarlo.
Se
seleccionaron competitivamente dos misiones astrofísicas SEMEX (Small Explorer) y dos
propuestas MO (Missions of
Opportunity), basadas en el valor potencial de la ciencia y la viabilidad de los planes de desarrollo.
PUBLICADO: 24 de marzo del 2020
Imagen de una galaxia espiral. | Fuente: Europa Press 2020 |
Fotógrafo:
La NASA ha seleccionado
propuestas para cuatro
misiones que estudiarían las explosiones cósmicas y los escombros que
dejan atrás, así como también monitorear cómo las erupciones estelares cercanas
pueden afectar las atmósferas
de los planetas en órbita.
Después de evaluaciones detalladas, la agencia tiene la
intención de seleccionar dos
propuestas en 2021 para ser las próximas misiones de
astrofísica bajo el Programa
Explorers. Las misiones seleccionadas se lanzarán en 2025.
Se seleccionaron competitivamente dos misiones
astrofísicas SEMEX (Small Explorer) y dos
propuestas MO (Missions of Opportunity), basadas en
el valor potencial de la ciencia y la viabilidad de los planes de desarrollo.
Excluyendo el costo de lanzamiento, los costos de la misión SMEX están
limitados a 145 millones de
dólares cada uno, y los costos de MO a 75 millones cada uno.
Cada propuesta de SMEX recibirá dos millones de dólares para realizar un
estudio de concepto de misión de nueve meses. Las propuestas seleccionadas son:
La misión de caracterización estelar ultravioleta extrema para
la física y la evolución atmosférica (ESCAPE)
ESCAPE estudiaría las estrellas cercanas, en busca de destellos
ultravioleta rápidos y fuertes. Su objetivo es determinar con
qué probabilidad esos destellos despojen a la atmósfera de un planeta rocoso
que orbita la estrella, afectando las condiciones de habitabilidad.
El espectrómetro y generador de imágenes Compton (COSI)
COSI escanearía nuestra galaxia, la VíaLáctea, midiendo los
rayos gamma de
elementos radiactivos producidos durante las explosiones estelares para mapear
la historia reciente de la muerte estelar y la producción de elementos. También
mediría la polarización, para
mejorar nuestra comprensión de cómo las explosiones cósmicas energéticas
distantes producen rayos gamma.
La misión de generador de imágenes de contraparte ultravioleta
de onda gravitacional
El generador de imágenes de contraparte ultravioleta de onda
gravitacional consta de dos satélites pequeños independientes, cada uno
escaneando el cielo en una banda ultravioleta diferente. Detectaría la luz del gas caliente en la explosión
que sigue a una explosión de ondas gravitacionales causadas por la fusión de
estrellas de neutrones o una estrella de neutrones fusionándose con un agujero
negro. Entre estos eventos, la misión mapearía el cielo con luz ultravioleta,
encontrando otros objetos brillantes como estrellas en explosión.
LEAP - Un polarímetro de explosión de área grande
Montado en la Estación Espacial Internacional, LEAP estudiaría los chorros energéticos lanzados
durante la muerte explosiva de una estrella masiva, o la fusión
de objetos compactos como las estrellas de neutrones. Las mediciones de
polarización de LEAP en ráfagas de rayos gamma podrían distinguir entre las
teorías en competencia por la naturaleza de los chorros, que se mueven cerca de
la velocidad de la luz. LEAP complementaría el Explorador de polarimetría de
rayos X Imaging de la NASA (IXPE), programado para lanzarse en 2021.
Desde el lanzamiento en 1958 del Explorer 1, que descubrió los
cinturones de radiación de la Tierra, el Programa de Explorers ha lanzado más
de 90 misiones,
incluidas las misiones Uhuru y Cosmic Background Explorer (COBE) que dieron
lugar a premios Nobel para sus investigadores.